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Eques, gladiatura a caballo. Indumentaria y armas del jinete, atalajes del caballo. #BG1

EQUES, 
GLADIATURA A CABALLO

Indumentaria, armas del jinete y atalajes del caballo. 

Burrada Gladatoria I.


Esta primera Burrada Gladiatoria se centrará en los tres elementos técnicos que se conocen hasta la fecha sobre los equites que luchaban en la arena de los anfiteatros (u otros eventos privados de esta temática) que se celebraban en todo el territorio de la Romania.
1. Indumentaria de un eques.
2. Armas de un eques.
3. Atalajes del caballo de un eques.


1. Indumentaria de un eques.





La indumentaria del eques consistía, según los escasos testimonios epigráficos y visuales, principalmente en un túnica ancha y corta de lana o lino similar a las que llevaría cualquier legionario pero tintadas con colores definidos para que el público pudiera identificarlos por muy adversas que fueran las circunstancias como estar en la últimas filas de las gradas del anfiteatro, lo mismo que los aurigas en el circo. 

A la cintura llevaría el cinturón ancho (balteus), como los demás gladiadores, para cargar con la vaina y con una espada corta tipo gladius, más probablemente que una spatha, que sí sería de uso exclusivamente militar. Este cinturón de cuero fijado con hebillaje y correas, a veces contaría con piezas de metal haciendo de defensa, cumpliría también la función de proteger el vientre y la zona lumbar durante el combate tanto a pie como a caballo. En el brazo derecho, según las representaciones consultadas, llevarían una manica acolchada para protegerse de los ataques contrarios al quedar descubierto mientras se usan las lanzas o las gladios.

En las piernas, para facilitar el gobierno del caballo según algunas versiones, llevarían polainas de cuero, grebas de lana, tejido acolchado o vendas. Por otro lado, hay versiones que defienden que los equites gladiatorios no llevarían protecciones en las piernas, sino que las llevarían desnudas. De calzado, llevarían las típicas calcei propias de los equites militares, con los cuales compartirían incluso modos de entrenamiento, técnicas de doma e incluso ritos y supersticiones vinculados con la protección de los caballos y de los propios luchadores.



2. Armas de un eques.


El equipo de un Eques rara vez llega a superar los 8-10 kg, por lo que se considera ligero en la clasificación en cuanto a peso de las panoplias gladiatorias, además de por no llevar armadura, como los gladiadores de a pie. 

  • Defensivas. Según las fuentes consultadas y las pruebas gráficas que han llegado hasta nuestros días, tan solo tendrían dos elementos defensivos principales. Por un lado, un escudo circular de tamaño mediano y ligero de peso ya fuera de madera o de pleitas de palma similar a las caetras empleadas en la caballería militar que recibía el nombre de parma equestris. Por otro, contarían con un casco tipo ático-beótico o galea con ala/visera recta mediana, dos hendiduras para los ojos y portaplumas para dos plumas decorativas (ganso o avestruz con algún tratamiento de color, águila o pavo real) en los laterales sin cimera central.
  • Ofensivas. Al lado derecho, portarían una espada tipo gladius del mismo tipo que utilizarían otros tipos de gladiadores de pie a tierra. En la mano derecha, comenzarían la lucha ecuestre con una lanza larga de unos dos metros, dos metros y medio de longitud para un mayor alcance del oponente. Según otras versiones serían venablos o verutum, un tipo de pequeña jabalina de bajo peso que vendría a medir poco más de un metro muy usada por los vélites y que, usada como arma arrojadiza por un avezado lanzador, podía ser letal.



3.. Atalajes del caballo de un eques.


Tanto el nivel de equitación del eques como la doma del caballo serían cruciales para la lucha gladiatoria ecuestre. Gracias a los estudios morfológicos y las pruebas documentales, sabemos que los caballos dispuestos para gladiatura ecuestre tendrían una alzada de entre 140 y 150 cm los más altos con una complexión morfológica esbelta y musculosa con pechera cuadrada. Por las representaciones que nos llegan, los caballos salían a la arena con crines y colas arregladas, es decir, algo más que sueltas y cepilladas. Se puede intuir que las crines las llevaban recortadas entre unos cuatro y seis dedos, tal vez por una cuestión de comodidad del jinete ya que llevarlas largas y sueltas podría provocar que se enredasen en las riendas o el enemigo las asiera.

Para nuestra desgracia, los atalajes y equipamiento de los caballos no está tan estudiados ni documentados como el de sus jinetes. Algunos hallazgos arqueológicos en la zona del norte de la provincia de Britania, entre las actuales Inglaterra y Escocia no muy distante del muro de Adriano, sugieren una especie de cabezal a modo de escudo facial para el caballo hecho de cuero, posiblemente con hebillajes, frenos y bocados de hierro. Sobre todo, al igual que los caballos de guerra, se protegerían los ojos con enrejados metálicos destinados a evitar golpes de la lanza del oponente en una de las partes más sensibles de estos animales.

Según una representación esquemática hallada mediante un dibujo calcado de los grafitis de la domus de las Columnas Rojas de Sisapo de La Bienvenida (Ciudad Real, España) en la que se pueden identificar varias escenas gladiatorias, aparece un caballo con protección ocular y lo que parece una especie de peto o engalanado junto a un gladiador tipo hoplomachus. 

No se sabe si los Equites de gladiatura llegaron a usar como ayuda la corniculum en la arena o simplemente una manta o piel con o sin cincha de sujeción. Cabe destacar que los estribos y las herraduras eran desconocidos en cualquier caso en el tiempo en el que estuvo permitida la gladiatura. En época imperial, se extendió el uso de las bridas a modo de freno directamente en la cama del bocado, por lo que cabría intuir que en gladiatura ecuestre se usarían también.

Con lo que sí contarían probablemente jinete y caballo serían con una buena cantidad de amuletos para evitar los males de ojo, maldiciones y malos augurios así como para propiciar las victorias y la buena suerte tales como falos, lúnulas y cascabeles.


Créditos de las imágenes a sus respectivos autores y propietarios intelectuales. Las fuentes documentales y referencias se publicarán en una entrada específica sobre ellas.