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Vulcanalias 601 Ab Urbe Condita: caballos celtíberos, númidas y romanos en el campo de batalla. (1)

Vulcanalias 601 Ab Urbe Condita: 
Caballos celtíberos, númidas y romanos en el campo de batalla.
Parte 1.



El acontecimiento que hizo cambiar el calendario romano en las conocidas como Guerras de Fuego es uno de los pocos Casus Belli que declaró Roma en su historia y que puso en el mismo campo de batalla tres estilos de caballería completamente distintos. A esos valientes equinos que cruzaron el Mediterráneo y a los fieros que lucharon por defender sus tierras en el fragor de la batalla, va dedicada esta entrada.
También va dedicada al pueblo de Mara, y en especial a su asociación Mara Celtibérica, por su labor de defensa del patrimonio local, difusión del conocimiento relacionado y por hacer que la localidad entera se implicase en las jornadas festivas de la Vulcanalia en donde se rememora este famoso hecho histórico (aquí para saber más https://segedamara.wixsite.com/segeda-mara-2)

Índice:
Primera parte.
1. Introducción y breve puesta en contexto de la situación.
2. Perfiles específicos celtíberos, romanos y númidas con datos sobre su caballería.
3. El campo de batalla: datos geográficos y climatología.

Segunda parte.
4. Técnicas y tácticas distintas en un territorio hostil.
5. Elementos de gobernanza.
6. Doma celtíbera y doma númida.
7. Conclusiones.
Bibliografía

1. Introducción y breve puesta en contexto de la situación.

Sería, según el historiador Apiano, sobre el 23 de agosto del año 153 antes de Nuestra Era (año 598 ab Urbe Condita en el calendario romano) cuando, coincidiendo con las fiestas en honor al dios Vulcano  y que se prolongaron durante tres años, entraron en combate los romanos contra los arevacos y belos celtíberos tras la ruptura de la frágil Pax Sempronia.

 con Quinto Fulvio Nobilior al mando contra los celtíberos comandados por el caudillo Carus de Sekaiza en la Segunda Guerra Celtíbera. Ante la hostilidad de este pueblo peninsular, el cual se estaba expandiendo mediante tratados y alianzas tras el final de la caída de Cartago y por la construcción de las murallas de Sekaiza/Segeda (Mara, Zaragoza), fue considerado por el Senado romano como una infracción de los acuerdos de Graco de 179 a.c. y una amenaza para sus intereses. Sin embargo, Polibio atribuye el origen de la guerra al mal comportamiento de los gobernadores romanos, que habían hecho la administración romana insoportable para la población indígena.

Este hecho desembocó en movilizar tropas a la región para recuperar el control y para ello, aceptó la colaboración del rey númida Masinisa que aportó a la empresa una dotación de la considerada mejor caballería. Aparte de caballos, la unidad númida contaba con unos compañeros cuadrúpedos muy especiales que solo por su tamaño y extraña forma causaban pavor en los ojos celtíberos. Era una unidad de diez elefantes arbóreos, una especie ya extinta, que hacían temblar el suelo de allá donde pasaban con tres soldados por paquidermo armados hasta los dientes, pero que se volvieron en contra de sus jinetes al entrar en pánico ante una acción celtíbera inesperada y un tanto peculiar. Por lo visto, a los elefantes no les agradó que se dirigiese hacia ellos una piara de cerdos ardiendo, pero esta anécdota la dejo para otro momento.


as de Segeda y moneda númida
Ambas representadas con caballos con crines sueltas en modo rampante con y sin jinete, respectivamente.

2. Perfiles específicos celtíberos, romanos y númidas con datos sobre su caballería.

Celtíberos: Remito, a mi entender, a una entrada que lo explica mucho mejor que yo lo voy a hacer y con más detalles de los que puedo dar aquí. Los celtíberos - Arre caballo!

Roma: Precisamente Roma no destacaba por tener muy buenos jinetes ni caballería propia en comparación con otros en el mismo momento sino que se dedicaba a echar mano de los socios (socii) y mercenarios de otros pueblos donde tenían influencia. Tal como resaltan muchos historiadores, destacaba más en este momento por su infantería que por su caballería, motivo por el cual se vio en la necesidad de aceptar la ayuda del rey númida Masinisa que aportó a esta empresa efectivos de caballería, infantería y ¡hasta diez elefantes!

Númidas: Para ahorrarme parafrasear un artículo que resume bastante bien quiénes eran y sus características más destacadas, os remito a esta entrada de blog El temible pueblo de los númidas | Sergio Alejo Gomez 


3. El campo de batalla: datos geográficos y climatología.



Los acontecimientos principales de la Segunda Guerra Celtíbera suceden en la zona media del Sistema Ibérico conocida como la Comarca de Calatayud. Desde el punto de vista geomorfológico, la cuenca de Calatayud es una reproducción en miniatura de la cuenca del Ebro con tres unidades diferenciadas: las sierras exteriores, el interior de la fosa y el piedemonte. Viene a situarse en el valle del río Ebro y la Meseta Castellana. La comarca está flanqueada por dos cadenas montañosas paralelas orientadas NO-SE, lo que confiere una orografía compleja con grandes desniveles que llegan a alcanzar los 1040 metros en algunos puntos, lo que  propicia la vegetación de media y alta montaña así como la crianza de unas variedades frutales autóctonas y unos vinos que en la actualidad poseen denominación de origen protegido. El río principal de este territorio es el Jalón, uno de los afluentes principales del Ebro. 

En cuanto a la meteorología, hay que decir que nieva y hace mucho frío en invierno. Algunas veces, esas nevadas pueden llegar a dejar incomunicadas a poblaciones durante bastante tiempo. Durante la temporada estival, las temperaturas suelen ser muy suaves y agradables, incluso mucho más frescas que otras regiones cercanas, algo que jugaba en contra de los númidas y de sus caballos acostumbrados a la calidez de las tierras africanas. 

Algunas características interesantes a tener en cuenta sobre la economía de la región donde se desarrolló la contienda son que contaban con grandes extensiones de terreno dedicadas al pastoreo y a la ganadería, siendo la caballar la más destacada. En el yacimiento arqueológico de la actual Mara se han localizado un santuario astronómico, un horno de fundición de hierro y otras evidencias de tecnificación muy a tener en cuenta. 

Santuario astronómico de Segeda (Mara, Zaragoza).


Créditos de las imágenes a sus respectivos autores.

(Segunda parte: Tecnología y estilos de doma celtíbera y númida )