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Entrenamiento para recreación de arquero a caballo en época romana.


3. El entrenamiento del arquero a caballo.

Si no se ha contado con una formación en materia de tiro al arco o de equitación desde la infancia, se requiere un esfuerzo bastante mayor conforme más edad tenga la persona para desarrollar ambas disciplinas y combinarlas. El primer paso es afianzar conocimientos de tiro con arco a pie, girando a ambos lados, una rodilla a tierra, dos rodillas a tierra, sentados en el suelo, sentados en un taburete bajo, en un taburete alto, caminando, a paso ligero, a la carrera y con obstáculos mientras se dispara en movimiento o incluso sentados en una mesa en las que ambas piernas caigan por el mismo lado obligando a alinear caderas, espaldas y rodilla para mantener el equilibrio (técnica básica para la monta a la amazona).

Las observaciones hechas en esta publicación resultan obvias, pero resulta más  común de lo que se cree olvidarlas, sobre todo aquellos arqueros que no dan suficiente importancia a entrenar el disparo sentados o caminado. Los puntos de apoyo y las referencias varían según la posición por lo que se hace necesario calibrar los movimientos para hacer un tiro lo más certero posible. Una vez se posee la suficiente destreza con el arco, cargando el carcaj con las flechas y disparando en movimiento y en estático, viene el siguiente paso, que es la preparación como jinete.

Lo mismo que para empezar a practicar tiro con arco no hay edad mínima, para empezar con la disciplina de la equitación, tampoco. Se requiere una buena base en equitación con un nivel mínimo antes de pensar en hacer tiro con arco a caballo. Requiriendo aún mayor destreza cuanto más fieles se quiera ser al periodo que se pretenda recrear. Si se decide hacer de época romana, hay que tener en cuenta que no usaban estribos y sus monturas, las cornicula, se ajustan al muslo para dejar la gobernanza a las piernas, con las riendas descansando suavemente sobre el cuello del animal, a la cintura o sujeta en una de las cuernas delanteras, lo que supone un mayor tiempo de preparación que en otros periodos donde sí se usaban estribos para conseguir un resultado satisfactorio.

El accesorio fundamental para un arquero montado es el anillo de pulgar hecho en cuerno, hueso o cuero. Sin embargo, debe asegurarse de usar un guante de arco si se considera necesario durante los entrenamientos, que protege el reverso de la mano de lesiones. Los arcos de equitación se utilizan sin estante, es decir, se disparan sobre el reverso de la mano. Por supuesto, también puede utilizar un limitador de puntos de levas para que sea más fácil para los principiantes. Los jinetes avanzados, sin embargo, no necesitan generalmente estos accesorios del arco del montar a caballo. De lo contrario, se recomienda el mismo material de protección y disparo que para otros tipos de hojas:

→ Protección del antebrazo, para principiantes preferiblemente más largos, que protegen su antebrazo del tendón de rebote.

→ Posiblemente un protector de tiras mamarias, especialmente para las mujeres, para que la flecha no se desvíe y cause lesiones en esta zona.

→ Tiro a objetivos o, para empezar, una bolsa de yute llena de tela o paja como objetivo.

→ Posiblemente una o más  flechas.

→ Un carcaj.

Otro punto básico de preparación del jinete consiste en adaptarse tanto a montar como a disparar previamente pie a tierra ataviado con la indumentaria de la época a recrear. No es lo mismo hacerlo con ropa deportiva actual que por ejemplo con casacas largas propias de los rejoneadores lusitanos, calzones de cuero, falda de seguridad de amazona, braccae celtorromanos, chilabas andalusíes o algún tipo de armadura, por ejemplo. La primera vez que nos vistamos con la indumentaria que llevaríamos, hemos de comprobar que podemos realizar con comodidad todos los movimientos que necesitemos: girar a ambos lados, alzar los brazos, extenderlos, doblar los codos, sentarnos y ponernos en pie, principalmente.

En cuanto nos demos cuenta de algún impedimento en realizar los movimientos básicos, se recomienda modificar las prendas acortando, alargando, ensanchando o añadiendo aberturas extras manteniendo la forma original posible. Si son hechas a medida, directamente se pueden probar e ir ajustando antes de coserlas de manera definitiva.

En depende de qué exhibiciones y concursos de equitación histórica se requiere obligatoriamente llevar tocado o casco, por lo que se requiere preparación con estos elementos con el fin de detectar y solventar la presencia de puntos muertos a la hora de disparar.